LA UNDÉCIMA MUSA

Por Liliana Mendoza

Es tan grande la ovación
que da el mundo a mi memoria,
que si cantando victoria me alzase en la tumba fría,
en la tumba fría me hundiría  bajo el peso de mi gloria”.

Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, Pita Amor, tendría 102 años, tía de Elena Poniatowska Amor, a quien le prohibió llevar su apellido, ¿la conoces?

Nació el 30 de mayo de 1918 y murió el 18 de mayo del 2000. En palabras de Juan José Arreola, Pita “era un ciclón, un meteoro, una fuerza de la naturaleza. Llegaba Pita y era como si empezara un aguacero resplandeciente con rayos y centellas y todo”.

La pintaron desnuda Diego Rivera, Soriano, causando revuelo para las épocas, ella las presumía con tanta arrogancia, definitivamente se amaba.

Pita no se dejaba dominar por nadie. Nunca pasaba inadvertida. Fue una mujer que vivió intensamente; aceptó por igual placeres y amarguras. Tuvo amantes los cuales te podía enumerar por sus profesiones, 3 toreros, 2 pintores etc.

Y en forma tal conviví
con negro y blanco extremosos,
que a un mismo tiempo aprendí
infierno y cielo tortuosos”

Cuando tenía 41 años decide tener un hijo, que decide dar en custodia a su hermana mayor, Carito. Sin embargo Manuelito, como se llamaba su hijo, muere ahogado en una pileta con agua, a la edad de un año. Este suceso le provocó una gran crisis. La misma Elena Poniatowska en su libro, “Las siete cabritas” comenta que Pita, al cambiarle su cuerpo con la maternidad se sentía ultrajada tanto física como espiritualmente, invadida. Creo que era tanto su amor por ella y por su cuerpo que no le dio para querer o aceptar otro amor.

Al leer sus poemas entiendes el cielo y el calvario en el que vivía por tanto amor que se tenía, creo que nunca amo a nadie más que a sí misma.

“Totalidad que debiera
yo, en mí misma, realizar,
a fuerza de eliminar
tanta pasión lastimera;
de modo que se extinguiera
mi creciente vanidad
y de este modo pudiera
dar a mi alma saciedad”

De vieja solo se dejaba entrevistar por Jacobo Zabludowsky quien se le hacía “muy mono” (no sé por qué este criterio  me suena mucho al de mi abuelita Basilia para escoger a sus doctores o votar por alguien, ella confiaba y votaba por quien estaba guapo para ella).

Era famosa por sus bastonazos y por su forma de contestar preguntas. Alguna vez le  preguntaron su opinión del terremoto del 85 y contesto “qué bueno, una poda de nacos”. Pero también era conocida por ser bondadosa, sus amigos si no tenían para pagar la cuenta le podían marcar a las 4 am y ella llegaba vestida con su abrigo de mink a pagar la cuenta y se iba como si nada.

Considero importante que conozcamos a más mujeres que marcaron la historia de nuestro país, mujeres que se atrevieron a ser diferentes, como Pita, que al final de su vida la tacharon de loca y después comprendieron que en verdad era una musa, la undécima musa.

Liliana Mendoza

Mamá de Diego, Maestría en Administración de Instituciones Educativas, trabajo en el sector público, me apasiona leer y aprender sobre mujeres. Ahora aprendo a ser mamá.

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