NO HAY BORRÓN Y CUENTA NUEVA

Por Angélica Rodríguez Silva

Si estás leyendo esto: ¡felicidades lograste sobrevivir al 2020! para la mayoría el año más difícil que hemos vivido. Estamos cerrando el año, por fin se acaba, pero este no es el final. La pandemia terminará, pero no desaparecerá todo el primero de enero a las 00:01. 

Estamos acostumbrados a iniciar el año con el pie derecho, con toda la ilusión de tener 365 días nuevos, dando por hecho que vamos a vivir todos esos días. Hacemos planes y propósitos; en enero empiezo: dieta, ejercicio, proyectos, etcétera.

Y al día de hoy parecería que nos robaron el año completo porque justamente cuando comenzábamos a agarrar vuelo llegó el COVID-19 (palabra que ya no queremos volver a escuchar). Para México la contingencia oficialmente comenzó en el mes de marzo y desde ese momento a la fecha hemos pasado por diferentes fases, procesos y formas de vivirla o mejor dicho de sobrevivir. 

Son pocos las situaciones o los momentos que se presentan como una generalidad y que ofrecen a millones de personas vivir una situación al mismo tiempo. Y justamente eso fue lo que la pandemia nos dio. Todos lo vivimos. Incluso si no crees en este virus estás siendo afectado, ya que nuestra realidad cambió y nuestra forma de vivir también. 

Durante este año nadie estuvo en una situación ideal, nos vimos obligados a cambiar. El 2020 nos trajo regalos que no pedimos, inclusive que no queríamos o no sabíamos que necesitábamos. Adaptabilidad, innovación, resiliencia y gratitud. 

No estuviste exento de al menos recibir o vivir alguno de ellos. Cambios en la forma de trabajar, en la forma de aprender, de relacionarnos con otros, inclusive la forma de vestirnos agregando como “accesorio” obligatorio una mascarilla que nos cubre y no permite mostrar la mitad del rostro. Improvisamos y nos adaptamos porque no era opcional. Logramos hacer grandes cosas que jamás imaginamos y sobrevivimos. Somos personas fuertes, capaces de resistir y de subsistir ante una situación en la que literalmente respirar nos pone en riesgo. 

Y justo cuando estamos a punto de finalizar el año, ¿por qué buscarle algo bueno a todo esto?, simplemente porque lo hay. Todo cambió y nosotros nos reinventamos. Nos cuesta mucho cambiar y la mayoría de las veces lo asociamos con algo negativo y no es así. Este año nos deja miles de lecciones que no son necesarias mencionar porque cada uno de nosotros lo sabemos. 

Nos convertimos en personas resilientes, capaces de sobreponernos a las afectaciones que nos tocó experimentar en nuestra vida diaria. Fuimos capaces de valorar y agradecer por todo lo que teníamos y que dábamos por sentando como: disfrutar de buena salud, la oportunidad de despertar y vivir un día nuevo, la posibilidad de tener cerca a tu familia y la libertad de poder hacer lo que deseas. Vivimos en carne propia el famoso refrán: “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.

Estamos cerrando el año y es curioso como sigue existiendo la ilusión de comenzar un año completamente nuevo, un 2021 en el que habrá un “borrón y cuenta nueva”. Dejar todo atrás sería ignorar la lucha que hemos vivido y todo lo que hemos superado. Nuestro futuro sigue siendo incierto, pero ya no somos esas personas que tuvieron miedo y se enfrentaron a lo desconocido. 

Y a pesar de todo y sobre todo aquí estamos. Más que un mensaje motivacional, espero que hayas encontrado en este texto la oportunidad de reflexionar y analizar los regalos que te dio el 2020, ¿qué vas a hacer con ellos?… Es la actitud que tomamos ante la vida lo que hace la diferencia y yo decido llevarme esos regalos conmigo y no olvidar estos 12 meses. Fue un año diferente (como ya se ha dicho tantas veces) y no será fácil borrarlo de nuestra memoria. Cierro este año agradeciendo: por mi vida, las personas tan maravillosas que están en ella, la persona que soy y la que seré, todo lo que me hizo aprender, agradezco los cambios y el crecimiento. Comparto mi gratitud contigo porque este año me dio la oportunidad de escribir y que me leas. Recuerda que todo pasa en esta vida, nada es para siempre y que todo estará bien. Gracias y felicidades: ¡Lo logramos!. 

Angelica Rodriguez

Licenciada en Mercadotecnia, emprendedora, soñadora y creativa. Feminista en progreso. Creadora de la marca y libro planeador de bodas To be Bride. Veintinueve años de experiencia en la vida y sumando. Escribo con el objetivo de inspirar, ayudar y documentar.

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