La adolescencia es un periodo de crecimiento y desarrollo que se produce entre la niñez y la edad adulta. Es una etapa de transición, de cambios físicos, emocionales y de vida.
Por Paulina De La Mora y Brenda Cristán
Esta una de las etapas más importantes en el ser humano, se caracteriza por un ritmo acelerado de crecimiento, el cerebro se desarrolla tan rápido que pone el sistema límbico (este sistema regula las respuestas fisiológicas como la memoria, el hambre, la atención, los instintos sexuales, etc.) en modo de lucha, huida o parálisis; obviamente cuando nuestro cerebro se encuentra de este modo no entendemos de razón, lógica o sentido común.
Un adolescente no es plenamente capaz de comprender conceptos complejos, ni percibir el grado de control que tiene o puede tener acerca de la toma de decisiones. Además de esto, hay muchas cosas que van pasando día al día en su propia vida que puede generar estrés y ansiedad, como por ejemplo la sobre exposición a las redes sociales, bullying y demás.
El saber manejar las emociones es una habilidad que los puede ayudar a lidiar de manera saludable estos cambios, porque a veces les cuesta trabajo saber lo que están sintiendo o simplemente no tiene manera de cómo identificarlo.
Aquí encontrarás algunas técnicas para ayudarle con este proceso.
- Nombrar el sentimiento: muchas veces es muy difícil saber que es lo están sintiendo, una vez que lo identifican se permiten sentir, y dejar esa actitud defensiva que se genera por temor al rechazo.
- Aceptar lo que se está sintiendo: a muchos de nosotros nos preocupa sentir que los sentimientos se intensifican, por lo que muchos lo ignoran pensando que con eso simplemente desaparecerán. Anímalo y anímate a darte permiso de tener sentimientos.
- Expresarlos: esta es la única manera de liberar. Puedes escribir, pintar, cantar, hablar, llorar, hacer ejercicio. Hay muchas maneras, busca una que no dañe a nadie y con la que se identifique.
- Elegir una forma saludable de cuidar el cuerpo: ¿Qué necesita en ese momento? ¿Bailar? ¿Correr? ¿Un abrazo? Incítale a buscar algún hobby que le ayude a sentirse seguro.
Al familiarizarse con los sentimientos, ponerles atención día a día le ayudará a procesar y hablar de ellos con confianza y así ayudarle a ganar perspectiva en sus manejos de conflictos.
