DÉJAME MIRAR

Por Laura Prieto

Ocurre que la realidad es superior a los sueños, en vez de decir, “déjame soñar”, se debería decir, “déjame mirar”, juega uno a vivir.

-Jaime Sabines.

De niña nunca fui al mar, entonces lo soñaba, soñaba que iba camino a la playa, íbamos en el auto, y mis papás decían que estábamos a punto de llegar, la emoción era inmensa, imaginaba el mar, su olor, el sonido, la arena, pero nunca llegaba a ver el mar, siempre despertaba y me ponía triste, porque no lo veía. El día que conocí el mar en mi adolescencia, fue superior a los sueños, me presenté respetuosamente al océano y para mi el mar fue como un niño juguetón que se acercaba a tocar mis pies y luego se alejaba a su espacio, el sonido era un arrullo, el olor era majestuoso, todos mis sentidos despertaron.

Soñar es una parte muy importante para mi, mi hermana y yo compartíamos habitación y cada mañana, al despertar, lo primero que decíamos era “¿qué soñaste?” Así que antes de levantarnos, nos platicábamos cada sueño, nos despertaba emociones y mucha imaginación.

En la adolescencia mis sueños cada vez fueron más increíbles, mi hermana me decía que debería llevar un diario pictográfico, porque mis sueños eran muy locos, así lo hice, para no olvidar esas increíbles aventuras de mi subconsciente.

Ahora que soy mamá, sueño muchos miedos, terribles pesadillas me aquejan, que se me pierde un hijo, que el otro se me queda en la escuela, el miedo que tengo despierta, a veces cobra vida en las noches y no hago más que obligarme a despertar y abrazar a mis hermosas criaturas. 

Por ahora no tengo sueños frustrados, creo que la vida se encargó de cumplirme la mayoría de mis sueños, llega un momento en la línea de la vida en que dejas de desear y añorar lo que te falta y empiezas a agradecer lo que tienes, por eso, la realidad es un sueño, el continúo despertar a la vida, vivir cada día con los sentidos bien alertas, o, a veces, despertar de pesadillas para darte cuenta de que la vida está bien y por ahora todo está en armonía. 

Ahora me toca guiar a mis hijos a través de sus sueños, ayudarlos a que se hagan realidad, mantenerlos con los pies en la tierra y la cabeza en el aire, dejarlos sentir y vivir sus fantasías, hasta que se den cuenta que somos capaces de vivir como en un sueño.

No estás sola.

Susana Veloz

Realicé mis estudios de fotografía en la Ciudad de México, especializándome en Técnica Polaroid, Arte Zen, Iluminación y Retrato. Mi trabajo ha sido publicado en diversos medios impresos. Desde 2007 me dedico a la docencia. Hoy divido mi tiempo entre dar clases, realizar sesiones y rescatar perros de la calle.

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