LOVERS AND FRIENDS

Por Dona Wiseman

El viernes pasado escuché, en la voz de un muy querido amigo, la canción “In my Life” de The Beatles.  Aquí está el enlace:  https://www.youtube.com/watch?v=YBcdt6DsLQA

En la letra de la canción saltaron a mi atención las palabras “lovers and friends”.  Me trajo una sensación de pertenencia, ¿o será posesión?  Resonaron en mi mente las expresiones: “mis amigos”, “mi pareja”, “mi amante”.  Me llevó la letra de esta canción a reflejar la manera en que el amor con frecuencia se interpreta como posesión y lleva al control y el dominio.  También pensé que la posesión y los celos deben estar muy relacionados, pero no ser iguales.  Entonces consulté:

Los celos son una respuesta emocional que surge cuando percibo una amenaza hacia algo que considero propio. Comúnmente implica que en mi mente crea una posibilidad la cual me induce sospecha o inquietud de que la persona a quien amo presta o prestará atención en favor de otra. Esto me genera incomodidad. Esto se puede convertir también en una forma de posesión hacia la otra persona. Los celos también se encuentran en el sentimiento de envidia que tengo hacia el éxito o las posesiones de otras personas.  Los celos no demuestran amor. En realidad, son una respuesta emocional ante el miedo que tengo de perder algo, algo que por otro lado asumo que me pertenece, que es de mi propiedad.  Los celos no se dan solo con la pareja (aunque sea el caso más típico), sino también muestro celos con mis hermanos, primos, amigos, familiares, colegas del trabajo, etc. Por ello este sentimiento, presente en todas las culturas desde hace miles de años, forma parte de canciones, mitos, leyendas, libros y por supuesto, investigaciones científicas.

La posesividad se ve en mi actitud de posesión o dominación de algo o alguien.  El amor posesivo es, en realidad, un amor celoso. Sería más exacto decir que es una forma de relación en la que se busca evitar todo y cualquier motivo de celos, esto es, evado la posibilidad de eventuales rivales. Es una forma profiláctica de los celos, pues en sí es una reacción al miedo que tengo de perder la posesión del objeto amado ante la aparición de un rival, real o imaginario. En mi posesividad pretendo evitar tanto al rival como el miedo de su aparición.

La fuerza dominante que se esconde detrás de mi posesividad es la inseguridad. Si tuviera una mayor autoconfianza y si fuera feliz consigo misma, tendría fe en que mi pareja me ama y no sentiría la necesidad de controlar la relación ni tampoco de controlar a mi pareja. Contrario a ello, cuando mi inseguridad domina pudiera dudar de la dedicación que me brinda la pareja y entonces intentar mantener un control sobre ella. En pocas palabras, cuando me siento vulnerable, haré lo que sea con tal de asegurar que no sea herida por la pareja.

Ser posesivo significa ser dominante y absorbente en la relación con otra o varias personas.

Ser celoso significa sospechar que la persona que amo pudiera mudar su cariño, poniéndolo en otro, o sentir recelo de cualquier afecto o bien que llegue a alcanzar otra persona.

Ser posesiva y celosa afectará mis relaciones.  Pero estas condiciones de mi estructura de carácter son mías y es mi problema trabajar en mí para descubrir su raíz.  Mirarme de cerca, meterme a profundidad en mi experiencia y hacer mi trabajo personal sobre ellas, siempre será de beneficio directo para mí y mi propia vida.  La esperanza, tal vez, es que me permitirá lograr paz dentro de mí misma y de mis relaciones. 

septiembre 17, 2019
septiembre 17, 2019

Dona Wiseman

Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.

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