No sanamos porque cuando llega algo bueno a nuestras vidas lo rechazamos y preferimos quedarnos con lo que no nos hace felices.
No sanamos porque desconocemos que nosotras somos el origen de nuestra enfermedad.
No sanamos porque seguimos ignorando al poderoso y valioso ser que llevamos dentro.
No sanamos porque continúamos desatendiéndonos y fingiendo que todo está bien en nuestro mundo.
No sanamos porque no nos hemos atrevido a enfrentarnos a las personas que quieren dirigir nuestras vidas.
No sanamos porque no usamos las tijeras para cortar lazos con personas que ya no nos nutren.
No sanamos porque hemos asumido que el sacrificio es la forma de demostrar amor a los demás.
No sanamos porque no usamos la magia del perdón para limpiarnos de ira y rencor.
No sanamos porque no respetamos el libre albedrío de los seres que nos rodean para ser lo que son.
No sanamos porque intoxicamos nuestro cuerpo de pastillas y químicos que acallan los síntomas que hablan de desarmonía interior.
No sanamos porque huimos del rey Sol, no le hablamos al mar, no nos perdemos en el bosque y hemos olvidado que nosotras somos las sanadoras.
No sanamos porque no le hacemos caso al universo, ya que cuando le pedimos, rechazamos escucharlo para ir por el camino que nos hará felices, aferrándonos al pasado.
Tú tienes libre albedrío de todo, hasta de decisión…Si no te dejas llevar, no te llevarán a la fuerza, no sanarás si no quieres sanar.
– Autor desconocido
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