Por Annalee Carreon
Hace unos días, mientras guardaba y acomodaba ropa para cambiarme de casa, reflexionaba en los cambios por los que he pasado los últimos 5 años: un divorcio, enfermedades, fallecimientos, varios cambios de casa y varias heridas al corazón, que para ser sinceras, son más de las que hubiera querido. Sin embargo, he aprendido tanto que hoy en día puedo decir que soy una persona distinta que hace 5 años para bien. Esto me ha tenido pensando en las veces que nos resistimos al cambio, por miedo o por cualquier razón.
Y es que son muchísimos los tipos de cambios por los que podemos pasar: sentimentales, ya sea de amor, amistad o familiar; cambios de residencia, ya sea solo de casa o de ciudad o país; cambios de puesto o de trabajo, y hasta cosas simples como algún electrónico. El tema es cómo nos aferramos a cada una de ellas, y es por eso que al momento que llega algún cambio nos resistimos tanto en algunas ocasiones.
La vida nos va llevando hacia donde debemos de caminar, sin darnos cuenta nos va cambiando de entorno como de gente. En todo momento estamos en constante cambio, y para ser sinceras, la vida no se equivoca, nos muestra de una u otra manera lo que quiere que aprendamos con cada cambio. En ese momento no nos damos cuenta pero conforme pasa el tiempo llegan las respuestas y es entonces que agradecemos que las situaciones hayan pasado así. Entonces ¿para qué nos resistimos tanto?, ¿para qué nos aferramos?
Hoy te invito a que te resistas menos, a que intentes fluir un poco más con la vida, a que recuerdes que todos los cambios son para bien, que de todo aprendemos, que estamos de paso, tanto en esta vida, como en la vida de las personas, que el miedo sólo nos detiene, déjalo atrás y si no puedes dejarlo, pues hazlo con miedo, pero nunca dejes de hacerlo.
APRENDAMOS A DISFRUTAR CADA CAMBIO
Mi Facebook 🙂