Sé que no estoy descubriendo el hilo negro, pero es así como llegué la propiedad intelectual, y en el camino encontré esos aspectos de un lado y del otro.
Por Martha Sierra
Han sido días muy calurosos, pero mis dedos están congelados. No sé cómo empezar, en mi mente tengo como un bulto de ideas que no sé cómo sacarlas de a poco.
En fin, por algo tengo que empezar, y creo que será por quejarme. Los consejos no solicitados, qué cosa tan espantosa, lo malo es cuando te los dan las personas que te aman, y aunque su intención sea buena, lo único que hacen es que se ponga peor. Las ideas se atoran más.
No soy escritora, eso a mí me queda muy claro, pero a Ale creo que no, ella tiene Fé en la humanidad, en las mujeres, en el talento oculto, ella si es escritora.
Cuando Ale me invito a escribir una columna para la revista, yo me emocioné mucho y vinieron a mi mente mil cosas que compartir a las lectoras que ya siguen lo que otras mujeres escriben. El problema es que no sé por dónde empezar.
Para efectos de aflojar mis dedos, les platicaré un poco quien soy, qué hago y qué pretendo escribir en mi columna, que por cierto ya no estoy conforme con el título, por lo que acepto sugerencias.
En fin, todo empezó cuando Ale me invito a colaborar con la revista y después de varios intentos le envié un primer articulo que no tenía relación con lo que pretendía hacer en este espacio. Y es que mi intención es ayudar a resolver las dudas de temas legales comunes, los del día a día, los asuntos que le pasan a la prima, la vecina, la comadre. Porque, en cada profesión supongo que pasa, pero hablo desde la mía, Derecho.
Desde que te aceptaron en la Universidad empieza la onda, el típico “Ya tengo quién me saque del bote”.
Es gracioso al principio, después, depende de tu humor, si vas bien en clases, si te gusta realmente la carrera, si lo que te preguntan es del tema que realmente te apasiona o, al contrario, es del tema que no te gusta para nada. El punto es que siempre tienes que dar una respuesta, porque para eso estudiaste ¿o no?
Ahora sí, yo soy de Saltillo, estudié Derecho en Juris, después, ahí mismo la maestría en Derecho Laboral y luego de unos años la de Derechos Humanos. Mi recorrido profesional ha sido gran parte en gobierno y consultorías, pero en una parte del camino me invitaron a dar clases, cuyo contenido era de, básicamente propiedad intelectual dirigida a una ingeniería.
Y, yo creo que allí empezó todo. Mi cercanía con el arte, artistas, cultura surgió desde antes pero no me fijé, hasta que di clases, de lo cerca que está la creatividad del Derecho. A pesar de que no era el caso de estudio, me di cuenta del campo de conocimiento que existe entre estas dos ramas que parecen tan lejanas, o al menos eso me parecían a mí.
Sé que no estoy descubriendo el hilo negro, pero es así como llegué la propiedad intelectual, y en el camino encontré esos aspectos de un lado y del otro. Y ahora estoy aquí, ayudando a personas creativas, pequeñas y medianas empresas con asesorías y representación de derechos de autor, reserva de derechos, marcas, transferencia de derechos, contratos.
Entonces, juntando todas ideas y el camino que he andado mi objetivo con esta columna es escribir sobre dudas o asuntos legales de “uso común”. Por ejemplo: qué es lo mas importante al revisar un contrato de arrendamiento, cuáles son los requisitos para quitar un árbol de la banqueta, cuáles son lo derechos que se tienen al crear una obra de arte. Pero, necesito de su ayuda, me gustaría saber que tema realmente les interesa o cuales dudas les gustaría que las acompañe a resolver con una preguntita.
Aquí dejo mis datos de contacto, por si necesitas más que una pequeña respuesta a Una Preguntita.
Martha Sierra Cerda
[email protected]
Cel. 844 105 6868