Cuando nace un bebé, nace una madre

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Es muy importante informarnos sobre el proceso del nacimiento, necesidades de la madre, del bebé y todas las diferentes alternativas existentes que podemos solicitar para vivir un nacimiento más satisfactorio.

Por Liga de la Leche / Liliana Derbez

Así como los jóvenes en muchas tribus tienen que superar una serie de retos muy difíciles para demostrar ante todos que ya son hombres; de manera similar el parto prepara a la mujer para uno de los retos más complejos y demandantes e importantes como lo es la maternidad.

Estando todavía en el vientre de nuestra madre, las bebés contamos ya en nuestros ovarios con los óvulos -que en edad adulta una vez fecundados- podrán llegar a ser nuestros hijos. Nuestros pechos crecerán en la pubertad, y en el embarazo se prepararán para alimentar a nuestros bebés quienes antes han se han nutrido de nosotras mediante el cordón umbilical. Es increíble reflexionar en cómo fue que “nos las arreglamos” para que -sin aparente esfuerzo- solitas hayamos transformado un pequeño embrión en un hermoso bebé. Y no es extraño que la naturaleza nos provea para continuar criando a nuestro bebé mediante la lactancia, mientras la necesita.

Es un hecho biológico que el parto y la lactancia son parte de la realización natural del cuerpo de la mujer. El cuerpo de la mujer está preparado para parir y para amamantar a los hijos que tenga. Parto y lactancia son actos que culminan lo iniciado en el momento de la concepción y cumplen su función al momento de devenir madres. Ambos sucesos quedarán grabados como huella imborrable en la mente y el corazón de cada madre e hijo.

Hay quienes piensan que parto y lactancia son situaciones que “te tocan si tienes suerte” y sobre las que la mujer no tiene el control, pero quisiera que supieras que no es tanto así.

Ahora sí que cada quien lo platica dependiendo de “cómo le fue en la feria”. Existen muchos mitos en torno al nacimiento y la lactancia. Aún no se me olvida, en una merienda de amigas, la plática de las mamás de la mesa sobre sus partos y las peripecias que pasaron. Bromeaban de cómo le gritaban al marido en sus momentos de dolor “que ya no volverían a tener otro hijo” y/o de su demanda al médico de que les bloquearan ese dolor tan insoportable: “por eso mejor cesárea: así ya no sufres ni batallas.” Y sin darme cuenta guardé esa “verdad” por ahí en un rinconcito de mi mente. Eso sí… cuando me casé y supe que estaba embarazada mi alegría se nubló con el temor a ese momento del cual sólo conocía lo que había escuchado en aquella plática de merienda.

La actitud con la que enfrentamos el dolor, lo desconocido… marca una gran diferencia. Me ha tocado ver a una adolescente madre soltera sufrir largas horas de trabajo de parto sin dilatar -habiéndosele diagnosticado una cesárea que no podía costear- pasar a un “Hospital amigo del niño y de la madre” y cambiar el enfoque de “solo sufrir los dolores de parto” al de: “¡Qué emoción! ¡Ya viene tu bebé! ¡En cada contracción estás más cerca de conocerlo!” …y terminar con un parto. El apoyo, las palabras que escuchamos en esos momentos… dejan huella.

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En carne propia he vivido cómo es que ese poder está dentro de nosotras mujeres. Controlamos consciente o inconscientemente nuestro cuerpo en el momento del parto: si estamos nerviosas o inseguras dilataremos más lentamente, si conectamos con nuestro cuerpo podremos ser nosotras quienes dirijamos qué es lo que necesitamos, si estamos temerosas del parto y sentimos que no es la mejor alternativa podemos incluso provocar una cesárea. Estas tres experiencias las he vivido yo con mis tres hijos.

Ahora en retrospectiva puedo apreciar todo lo que impacta a una mujer embarazada, incluso si no se da cuenta. Impacta el apoyo o falta de apoyo que reciba de quienes la rodean: marido, madre, familiares, ginecólogo, personal de salud, etc. Impacta el grado de información o “desinformación” que posea ella y/o quienes la rodean. Y al final todo esto repercute e impacta en la confianza o desconfianza que la madre tenga de si, de su cuerpo, de su bebé.

Es igual con la lactancia. Todo fluye cuando no hay obstáculos. Y no es mi intención con esto responsabilizar a la mujer de todo lo que le sucede, sino más bien darles confianza a las madres de su capacidad e invitarlas a no vivirla solas sino apoyadas.

Cuando nace un bebé nace una madre. También nace un padre: quien protege al binomio mamá-bebé. Deben estar rodeados de personas que respeten y apoyen sus deseos y necesidades. Mas… ¿qué necesita una parturienta, una puérpera? ¿qué necesita un bebé que va a nacer, o que está naciendo o que ha nacido? Te aseguro que es mucho más de lo que comúnmente se conoce y quiero recordarte que no estás sola.

Es por eso tan importante como padres el informarnos sobre el proceso del nacimiento, necesidades de la madre, del bebé y sobre todas las diferentes alternativas existentes que podemos solicitar para vivir un nacimiento más satisfactorio. Vivencias dignas de recordar con gozo. Para eso es muy recomendable acudir a cursos psicoprofilacticos de confianza, así como a los grupos de apoyo de la Liga de la Leche en donde madres y padres externan sus dudas e inquietudes y escuchan las experiencias de quienes han pasado por ese proceso.

Así como cuando contraeremos matrimonio, solemos tener una idea previa de cómo queremos que sea ese evento tan especial. Y no se nos ocurriría delegar ciegamente ni al mejor wedingplanner la elección del vestido, el pastel, el banquete, o cualquier elemento que consideremos muy importante, ya que es un momento tan especial y queremos que sea justo como lo soñamos. De igual manera tenemos el derecho y la capacidad para decidir cómo queremos vivir – tanto nosotras como nuestro bebé- ese momento tan especial y significativo que es el nacimiento.

Que importante es estar consciente de esto. De cómo podemos prepararnos para estos momentos que nunca olvidaremos. Estas vivencias de las que querremos platicar siempre que salga el tema de los partos y la lactancia. ¿Cómo queremos recordarlo?,¿Como protagonistas o como espectadoras?

Te invito a qué asistas a los grupos de apoyo en Saltillo. Encuentra los detalles en el muro de la página facebook Liga de la Leche Saltillo Mx (danos like) o en el grupo privado LLL Saltillo. También podrás acceder al directorio de apoyo telefónico y grupos por estado en www.laligadelaleche.org.mx/directoriolllmx/

Arq. Liliana P. Derbez Saade
Madre desde 2004 y líder acreditada desde 2012 por la Liga de la Leche de México.

Clara Zapata

Soy Clara, etnóloga chilena-mexicana. Tengo dos hermosas hijas, Rebeca y María José, con Joel, mi regiomontano amado. La libertad y la justicia son mi motor. Creo plenamente en que la maternidad a través de la lactancia puede crear un mundo más pacífico y equitativo y por eso acompaño a familias que han decidido amamantar. Amo la escritura, la cultura y la educación.

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