¿Y MI MAMÁ TAMBIÉN?

Por Anagabriela De la Garza Moeller

Creo que durante toda esta cuarentena he escrito mucho sobre lo que ha significado el ser mamá en pandemia, tratar de mantenerme cuerda, entusiasta, animada, positiva.

He tenido tiempo para divertirme, enojarme, llorar y hasta para engordar algunos kilitos.

Hay días en los que la mejor llamada que tengo es la llamada de mi mamá, le platico cosas, le pido favores y como siempre ella encuentra las palabras que necesito en todo momento, definitivamente soy afortunada de tenerla en mi vida.

Pero hoy me detuve a pensar en ella no como su hija, si no en ella como mamá, en las cosas que ella vive, en las que sacrifica, en lo que le pesa, en que sufre las penas de sus hijos y goza sus alegrías, las noches que ella no duerme ya no solo pensando en sus hijos, si no ahora también en sus nietos, le preocupan tantas cosas como amí, pero así como yo trato de hacer sentir felices y seguros a mis hijos, ella me arropa amí, me consiente, me mima, me da.

Eres maravillosa mami, no hay día que no agradezca el tenerte, te valoro y no dejo de darle gracias a Dios por haberte puesto en mi vida, espero que así como encuentro consuelo en tí, lo encuentres en tu mamá, Bendecidas somos al tener a nuestras mamás.

Gracias por tanto mami, a mis 35 años todavía te necesito como si tuviera 3.

Anagabriela

Esposa, mamá, nutrióloga y empresaria. He aprendido a no complicarme en algo tan sencillo y cotidiano como cocinar, por eso te comparto recetas sencillas y deliciosas.

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