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AMOR PROPIO Y LOS BUENOS HÁBITOS ALIMENTICIOS

Por Iyali Alcaraz

Hábito le llamamos a esa conducta que llevamos a cabo con regularidad, sea algo que nos guste ó no ó aquello que nos costó en algún momento de nuestras vidas aprender, hay hábitos que los hemos copiado de nuestros padres que ni caemos en cuenta cuando nacieron ó cuales son, el psicólogo William James dice que tardamos aproximadamente 21 días para crear uno nuevo y los define como : “conjunto de conductas adquiridas por un individuo, por la repetición de actos en cuanto a la selección, preparación y el consumo de alimentos“.

Ahora ¿nunca han escuchado que tenemos que dejar de comer “azúcares” 21 días para quitarnos ese mal hábito? Pero ¿realmente sabemos a qué se refieren? En mi vida personal y en mi consulta privada, jamás recomendaré el consumo de azúcar y no, no me refiero a los carbohidratos ó a la fruta, me refiero al azúcar de mesa, la sacarosa blanca refinada en sí no tiene ningún punto bueno para traerla a la mesa y en su contra tiene varios puntos malos. Ahora de ahí a quitar frutas, ciertos cereales, panes, pastas, etc .. es algo que jamás recomendaré ni a mis pacientes, ni a mis familiares y me parece aberrante la idea de quitar todos los “azúcares” 21 días, creyendo que estamos construyendo buenos hábitos y justo a ese punto quería llegar, quitamos millones de alimentos por que los creemos “malos”, cuando en realidad muchas veces no entendemos cual es su función en nuestra dieta. Buscando al final llegar al cuerpo hegemónico que probablemente por genética jamás estemos destinados a llegar pero bueno se intenta día con día y sino, está el “amor propio” para abrazarte mientras odias tu cuerpo pero desde el nombre de la revista Vogue y su nueva portada con una persona con kilitos de más ó tu influencer de confianza y sus fotos con dos ó tres estrías después de parir y ojo tampoco estoy queriendo ser una “hater” aquí yo sé que a todas nos cuesta llegar a nuestra meta pero cuando las marcas nos lo gritan todo el tiempo porque ahora la nueva corriente de mercadotecnia va hacía allá, el amor propio termina siendo cansado, no estoy de acuerdo que si no estás en el peso esperado entonces tienes demasiado amor propio.

El otro día oyendo un podcast, conocí a Karla Wasabichi una gran activista en el tema de la gordofobia y de body positive que comentaba que en su antiguo trabajo la pasaron al final de los cubículos porque al ser gorda le daba una mala “imagen” a la compañía al ser lo primer que veían los clientes al entrar a la oficina. Me quedé boquiabierta totalmente y no porque pensé que eso no existía sino porque de plano el jefe se lo dijo a la cara abiertamente, es esa típica revista que contrata una plus size model en plan nos encanta tenerte con nosotros porque eres de cuerpo diverso y te damos la portada gritando que el amor propio si existe, pero adentro encontramos el artículo de cómo mejorar tus hábitos para lucir el mejor “cuerpo de verano”.

Vamos con otro ejemplo, cuando uno ama normalmente a otra persona la ama en las buenas y en las malas ¿no? Claro que cuesta más en las malas pero el amarnos a nosotros debe de ser un proceso igual … el tener amor propio va mucho más allá de querernos todos los días aunque haya algunos otros en los que odiemos nuestro cuerpo y como ese día luce en el espejo. Habría que entenderlo como lo que es solamente un mal día, cuesta ser agradecida con nuestro cuerpo a veces y hacerle saber que es normal morir por llegar a la casa y desabotonarnos el pantalón porque amanecimos super inflamadas ó que no somos nosotras sino Zara que nos vende una talla 8 disfrazada de 6 ó que el probador de la tienda de al lado tiene una peor luz y no es como te queda la ropa verdaderamente, sino nuevamente su estrategia de venta y el famoso body positive.

El verdadero reto de 21 días debe ser el tratar de mejorar la forma en la que nos comunicamos con nuestro entorno y con cuanta persona se nos cruce en el camino, porque nunca sabemos lo que la persona de enfrente esta lidiando con.

La empatía que nuestros niños generen hoy ante los diferentes cuerpos, por no mencionar colores de piel, trastornos mentales, enfermedades invisibles, etc… son los traumas que nos vamos a evitar de grandes ¿por qué? por que los niños no nacen odiando otros cuerpos.

Creo necesario levantar nuestro estado de conciencia ante la discriminación a las personas de cuerpo robusto, grande, diverso, gordo. ¿Cuántos niños y niñas son lastimados todos los días en el colegio o que vienen cargando esto desde casa? Veo niñas de 6 – 7 años preocupadas por su cuerpo y ojo está perfecto el que nazca en nosotros la idea de comer saludable y estar sano, el crear buenos hábitos alimenticios pero de ahí a este concepto de aberración ante ser gordo y retirar “los azúcares” porque son malos, hace que una niña regrese del colegio sin comerse sus coditos por que sus amigas le comentaron en el receso que eran malos y no lo inventé yo, lo compartió una mamá perpleja al escuchar a su bebé de regreso a casa.

Para terminar esta idea quiero decir que el hecho de oír el “si no te amas, nadie te va a amar” es la mentira mejor contada de la vida, ahora me quieren decir que si una persona ha sido violentada, discriminada toda su infancia y le han hecho creer que no merece amor y que es el ser más feo de esta tierra, ¿no merece que alguien la encuentre y descubra la gran persona que es? claro entiendo que todos debemos de trabajar en la relación que tenemos con nosotros mismos, mejor nuestra salud mental, física, emocional y espiritual, suena fácil, sabemos no lo es. Pero no por eso si aún no estamos ahí no quiere decir que no merezco que alguien me ame, no quiere decir que no merezco respeto, ni amigas empáticas, una tribu en quien apoyarte ó una pareja que te haga sentir que puedes contra todo.

Así que tal cual recomiendan los expertos, vamos a repetirnos 21 días lo normal que es:

Un día no estar bien, un día comer pan sin sentir culpa, no criticar el plato de los demás, hablarnos bonito y hablarle a los demás como me gustaría que me hablaran.

Iyali Alcaraz: Licenciada en nutrición, master en nutrición clínica, creadora del término gordos en pausa y de recetas deliciosas en nutretealcaraz. Escribo para inspirar y abrazar otras personas que pasan por lo mismo, feminista y soñadora
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