PEDIR HALLOWEEN CON ELLOS NO SERÁ PARA SIEMPRE

Por Alex Campos
Los niños corren emocionados por la calle, hoy como nunca vemos a cientos de niños luciendo la creatividad de su madre, quien ha preparado su disfraz con la misma emoción con la que los niños se lo ponen. Su personaje favorito, tal vez el super héroe que llevan dentro o ese disfraz tan terrorífico que sólo podrían usar en un día como hoy.
Sus ojos se abren cada vez más al ver casas adornadas, disfraces con personajes de sus caricaturas favoritas y toman tu mano fuerte al ver uno que otro disfraz terrorífico.
Es uno de los días más emocionante en sus vidas, de esas fechas esperadas, preparamos el disfraz, escogen qué personaje serán éste año, todo es motivo de emoción.
Creo que la única preocupación que hay el día de hoy es: ¿en dónde “esconderé” tanto dulce? Si, a pesar de ser un día en el que los dulces son protagonistas mi instinto de madre me recuerda “un dulce de más y pudiera ser la madrugada más perturbadora del año”. Lo confieso, si hay algo a lo que le tengo pavor es al famoso Sugar Rush.
Pero si hoy debo confesar otra cosa es que, a pesar de tener como objetivo sacar escalofríos y uno que otro grito de susto, la noche de Halloween puede ser la más tierna del año. ¿No te encanta? Más allá de todas esas obscuras versiones de los orígenes de la celebración de la Noche de Brujas. La verdad es que miles de mamás, niños y papás que lo celebran con emoción sólo conocen de los dulces, el poder convivir con sus pequeños.
Para miles de familias es el mejor pretexto para personificar a aquel héroe , villano, princesa o personaje que siempre han querido ser. Y ahí van, mamás y papás disfrazados, tomando la mano de sus pequeños y gritando “Queremos Halloween”. Todos sonríen, se divierten viendo uno que otro disfraz, los niños aprietan la mano de sus papás y presumen cuántos dulces llevan ya en su calabacita.
Princesitas, super héroes, dinosaurios, catrinas, espantapájaros, brujitas, payasos, abundan en las calles. El aire festivo emociona aún más a los pequeños que sienten la noche más larga de lo normal.
Me he propuesto disfrutar al máximo poder formar parte del Halloween de mis chiquitos, tener la increíble oportunidad de caminar con ellos tomados de mi mano y ser su cómplice escogiendo su disfraz.  Soy la persona a la que le muestran orgullosos su trofeo lleno de dulces, se emocionan al verme disfrazada y sienten que por una vez en la vida mamá es casi tan niña como ellos.
Esto no durará siempre, los niños crecen, las calabacitas para echar dulces no serán las más solicitadas en sus noches de Halloween, querrán disfrazarse de algo más “cool” o tal vez ya no querrán hacerlo. Tendrán alguna fiesta y ni mamá ni papá estarán invitados.
Así que a disfrutarlo mientras dure, abrazar a mi Vampirina y mi Ryder lo más apretado que se pueda, llenar de besos a mi calabacita.
La noche pasa rápido pero los recuerdos duran para toda la vida, estoy segura de que en sus mentes quedarán grabados estos días cómo los mejores desu vida.

Alex Campos

Lic. en Comunicación por la Universidad Del Valle de México. Conductora en diferentes facetas, actualmente presentadora de noticias. Apasionada de la escritura y enamorada del arte de ser mamá. Mamá de Samantha, José Antonio y Rafael.

DEJA UN COMENTARIO

LECTURAS RELACIONADAS