LA SEÑORA DE LA MINIVAN

Por Susana López Siller

La clase de natación es a las cinco ¿O a las cinco y media? ¿A qué hora es la natación?
Estaba segura que a las cinco, aunque siempre comienzo a dudar. Debe estar anotado en un
post it en el refrigerador, junto con el número de la dentista y el horario de su cita de mañana
(o pasado mañana, ya no sé).

Sí, tenía razón, la natación es a las cinco. La dentista mañana a las cinco y media ¿Por
qué no puedo recordar los horarios de mis hijos? Veo el reloj que marca las cuatro y cuarto,
y corro a sacar los gorros, gogles y trajes de baño ¡Niños! ¡Niños, se hace tarde! ¿Por qué
grito? Apenas les llamé una vez y ya estoy gritando ¡Niños! Repito. Parece que esta persona
no puede dejar de gritar. Quizás tendría que empezar a cambiarlos con tiempo. A las tres y
media. Aunque a las tres es la hora de la comida, no puedo apresurarlos mientras comen, se
pueden ahogar. Entonces a las cuatro, ni ellos, ni yo. Ni la comida atorada. De ahora en
adelante, en esta casa los niños se cambian a las cuatro.

¡Niños, a la camioneta! Niño número uno sentado en su car seat con el cinturón
abrochado. Niño número dos: berrinche, patada a mi mejilla derecha, se esconde detrás del
asiento, lo busco, lo saco y con fuerza lo siento en su car seat “mamá, me lastimaste” Más
berrinche pero logro abrochar su cinturón. “Mamá, popó” Corro a sacar al niño número uno
de su asiento y lo llevo al baño “¿Por qué no me avisas con tiempo, antes de salir de casa?”
Le digo. Lo espero en la puerta del baño a que termine, porque le gusta su privacidad, pero
una privacidad semi pública, en donde no debo verlo pero tampoco alejarme tanto, porque
“mamá, del baño salen serpientes me dijo Mario Benitez”. Lo espero. Yo también quisiera
privacidad, aunque fuera medio pública, pienso. Y mis ojos se ausentan pensando en que así
será durante algunos años, entre car seats, gogles y berrinches.

Llegamos a la natación. Me queda esperar treinta minutos en los que desde un largo
ventanal podré observarlos. Ajena. Platicando con otras mamás en modo neutral, los mismos
temas una y otra vez; que si los gogles marca Arena son la mejor opción, o que si el agua
está muy fría para ellos porque gracias a que el día estuvo nublado los paneles solares no
pudieron calentarla, o que si creo que la maestra debería dejar de sujetarlos tanto para que
aprendan de supervivencia. De lejos veo a mis hijos, tragar agua y dar pataditas
descoordinadas como aleteo de manatíes. Me ablandan de ternura, recuerdo que estoy
cansada y en que la mayoría del tiempo pierdo la paciencia y la culpa me cansa aún más. Y
quiero llorar. Porque mi tiempo dejó de ser mío y ahora es un ente extraño que persigo
corriendo agotada, porque ya no tengo veinte. Para que no se me vaya o quizás para que no
me lleve.

¿Quién es esta señora que grita y conduce una minivan? Todavía no logro habitar el
mismo cuerpo que ella. Somos como Peter Pan y su sombra escurridiza, jugando a las
atrapadas. De repente me alcanza y me sosiega, a veces es al contrario y la acelero. La inundo
de mis planes de viajar y conocer el mundo, de seguir comiendo salsa buffalo a las 11 de la
noche a pesar de la gastritis y caminar el centro de madrugada con mis amigas saliendo de
cualquier bar. Ella me pide aprender a tocar el piano y quizás renunciar a mi trabajo para
estar más tiempo con ellos. Mediamos acuerdos, lugares en común, porque juntas educamos
y al mismo tiempo somos educadas. Por un pequeñito de cuatro y otro de dos años.

Nos encontramos en un punto medio, visito el centro de noche un fin de semana al
mes, sigo conduciendo la minivan y cuando manejo a solas, se escucha Bichota de a todo
volumen.

Susana López Siller

Mamá de dos, psicóloga, soñadora y feminista. Me apasionan los temas de salud mental, crianza y equidad de género, y cómo puedo aportar desde mis textos a crear una sociedad más justa. Escribir se ha vuelto mi terapia.

1 Comment

  1. Responder

    Paulina

    febrero 24, 2022

    Hoy pensé lo mismo que escribes — “¿quién es esta señora?” Batallo para encontrar el tiempo y la energía de hacer las cosas que me interesan. Gracias por compartir!

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