Kim Ji-Young, nacida en 1982

Por Susana López Siller

¿Se puede retratar la vida de las mujeres de una generación a través de la historia de una jóven promedio? Al parecer, Cho Nam-joo lo ha logrado en su última novela Kim Ji-young, nacida en 1982 (Alfaguara, 2019), libro que se ha convertido rápidamente en un referente del movimiento feminista no sólo en Corea del Sur, sino en otros países asiáticos y alrededor del mundo. La escritora ha dejado claro que la desigualdad de oportunidades y las violencias que enfrentan las mujeres, son tan cotidianas que pueden entenderse en cualquier idioma.

            Kim Ji-Young, es la historia de vida de una joven con el nombre más común de Corea del Sur. Kim es una mujer común, que pude haber sido yo, mi vecina, mi amiga, mi madre o mi abuela. Es este sentido de cotidianidad lo que dota a la historia de cierta familiaridad y empatía hacia la protagonista, quien a sus treinta y tres años (donde inicia la historia) comienza a desarrollar síntomas psiquiátricos de disociación comenzando a actuar como otras mujeres (su madre y una amiga fallecida de la universidad). Con ello, la historia parece comenzar con cierto grado de ficción, incluso cuando dichos síntomas pueden desarrollarse en la realidad.

            Para intentar explicar el padecimiento de Kim, la autora se remonta a describir cómo ha sido su vida, dividiéndola en bloques de temporalidad para narrar desde el nacimiento de Kim, su paso por la escuela, la vida laboral, su matrimonio y maternidad. Es así, como el lector logra ir entendiendo y hasta cierto punto, construyendo junto con la autora, el carácter del personaje principal a partir de los sucesos que vive y cómo reacciona a ellos.

Utilizando una narrativa precisa y directa, sin muchos adornos o figuras literarias Cho Nam-joo mantiene al lector entre la incertidumbre de saber el desenlace de la protagonista, y en mi caso, el enojo de saber que los problemas relacionados con el género no cederán conforme la historia se desarrolla. Kim se irá enfrentando a nuevas realidades conformo crece, desde no poder ser elegida como presidenta de clase ya que es un rol que generalmente se le otorga a los varones, o la dificultad de encontrar un trabajo estable con buen sueldo por el sesgo hacia las mujeres en donde se considera que una mujer joven no podrá desarrollarse laboralmente ya que en algún punto deberá ocuparse de una familia. Kim comienza a dar signos de algún padecimiento mental, cuando llega la maternidad. En donde se espera que las tareas del hogar recaigan en ella, así como el cuidado del bebé, del esposo y el propio.

El libro es una crítica hacia el rol que juegan tanto hombres como mujeres en la sociedad, en la familia y en el trabajo. A pesar de desarrollarse en un ambiente definido y culturalmente delimitado, al igual que en la mayoría de los países del mundo los personajes masculinos suelen invisibilizar las injusticias y barreras que los personajes femeninos experimentan. La autora parece entender bien, que los micromachismos son formas violentas de tratar a las mujeres, pero difíciles de identificar y sobre todo de describir. Es por ello, que recurre a escenarios conocidos con temas sencillos para logarlo.

Sin duda, Kim Ji-young es un lectura sencilla, agradable y sobre todo que invita a la reflexión. Sus 156 páginas lograron atrapar mi atención y convencerme de seguirle el paso a la autora en sus próximas publicaciones.

Susana López Siller

Mamá de dos, psicóloga, soñadora y feminista. Me apasionan los temas de salud mental, crianza y equidad de género, y cómo puedo aportar desde mis textos a crear una sociedad más justa. Escribir se ha vuelto mi terapia.

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