TU TIEMPO

Por Ana Celia Aguirre
Los amplios horizontes que la vida moderna ofrece a las mujeres les han permitido asumir roles no comunes para ellas en el pasado. La determinación y fortaleza de muchas mujeres, sobre todo cuando está de por medio el sustento para sus hijos las ha llevado a pasar más tiempo trabajando fuera de casa, aún y cuando sigan a cargo de la administración de su hogar y del cuidado de sus hijos.
Es ante estas situaciones que resulta aún más relevante recordar la trascendencia de nuestro rol como mujeres en el desarrollo familiar y la significativa aportación que hacemos a la sociedad con la crianza de nuestros hijos.
El ser humano llega a este mundo dependiendo totalmente de su madre y utilizando sus más básicos instintos para sobrevivir. Numerosos estudios nos demuestran que un requerimiento esencial para el desarrollo saludable de los niños es ser acogidos constantemente en los brazos de su madre. El Pediatra y escritor catalán Carlos Gonzalez, en su libro Bésame Mucho, nos recuerda que el vínculo afectivo entre madre e hijo debe ser lo suficientemente sólido para sentar las bases que construyen su seguridad. Dicho vínculo se construye con cada minuto de calidad que le dedicamos a nuestros hijos, siendo por ello que el mismo autor indica que el mejor regalo que puedas dar a quien amas y a quien te ama, especialmente en relación a los hijos, es tu tiempo.
Esta búsqueda de cariño y atención que comienza cuando se es recién nacido, continua hasta adelante en nuestras vidas. Con el paso del tiempo encontramos que el cariño que nos dan nuestros amigos y familia también tiene un papel primordial para que nuestra existencia sea más saludable y plena. Dan Buettner, en su libro Blue Zones, nos menciona que las cinco comunidades del mundo en las que se cuenta con una significativamente mayor expectativa de vida, donde es más común llegar a ser longevos con calidad de vida, se caracterizan, entre otros aspectos, porque en una misma casa viven simultáneamente tres generaciones, es decir, los ancianos no se dejan a un lado sino que siguen siendo el centro y atención, aprovechando su sabiduría y experiencia que le dan los años. Al seguir formando parte central de sus familias, estas personas de la tercera edad siguen recibiendo el cariño que requieren para seguir viviendo sus vidas plenamente.
Otro aspecto importante que se identifica en estas comunidades con mayor expectativa de vida es que las personas se dan el tiempo para convivir y conectar con sus seres queridos. Este tiempo no se lo dan como un premio al final de un mes de intenso trabajo, sino que se lo dan como parte de su rutina diaria. En sentido contrario pudiera verse la dinámica en otras sociedades donde, por cuidar sobremanera la satisfacción de necesidades materiales, es común que se dejen en segundo plano las demostraciones de cariño y atención a quienes nos rodean. Recordemos en estos casos lo importante que resulta darnos el tiempo para conectar con nuestros seres queridos ya que, con ello, no sólo les estaremos dando más vida a ellos, sino que también estaremos incrementando sustancialmente la satisfacción en nuestra propia existencia.

Ana Celia Aguirre

Educadora con especial interés y experiencia en los ámbitos del desarrollo humano y social. Líder de la Liga de la Leche.

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