LAS VENTAJAS DE QUE UN NIÑO SE COMPORTE MAL

Por Dennis Charles

Muchos padres tratamos de evitar a toda costa que los niños se comporten de manera inadecuada; ante estas malas conductas, solemos reaccionar con regaños y castigos, dejando a un lado la verdadera raíz del problema.

Según Jane Nelsen, la mala conducta no es más que la falta de conocimiento o de competencias por parte de los niños, una conducta propia de su edad, una expresión de desánimo o una reconexión con nuestro cerebro primitivo donde la única opción es la lucha del poder o el retraimiento. Los niños, en la mayoría de las ocasiones, no se portan mal, simplemente actúan de forma poco apropiada porque tienen sueño o hambre.

Las conductas que adoptan los niños ante sus necesidades en lugar de llamarlas “mal comportamiento” deberíamos nombrarlas como “conductas de supervivencia”.

Si vemos con diferentes ojos el mal comportamiento de nuestros hijos y entendemos que tiene una raíz, podremos encontrar maneras más productivas de minimizar estas conductas y motivar a nuestros hijos a comportarse mejor. Sabemos que la única manera en obtener un aprendizaje significativo es cuando hacemos frente a los problemas y obstáculos; de la misma manera, sucede con las conductas. Nuestros hijos difícilmente aprenderán responsabilidad, cooperación, honestidad, etc., sin antes haber tenido una oportunidad para desarrollar y poner en práctica estas habilidades.

Debemos ver el mal comportamiento como la oportunidad que tendrán nuestros hijos para poder aprender estas habilidades y cualidades para la vida. En vez de atacar la mala conducta, deberíamos enfocarnos a la búsqueda de soluciones junto con nuestros hijos. Cada vez que nuestros hijos se comporten de una manera que no es adecuada, como un berrinche, gritos, llantos o golpes; primero debemos detenernos y buscar la causa de que se estén comportando de esa manera; después debemos tratar de buscar el lado bueno de la situación y preguntarnos “¿qué aprendizaje le puedo dar a mi hijo? ¿qué podemos aprender los dos? ¿cómo lo puedo ayudar a autorregularse de una manera respetuosa?”. Siéntete contenta cada vez que tu hijo se comporta así, porque enfrente de ti tendrás una gran oportunidad a tus hijos de enseñarles habilidades y cualidades, siempre y cuando tu actitud sea de comprensión, de respeto y de amor.

Y recuerda, las malas conductas son maravillosas oportunidades para aprender.

Dennis Charles

Mamá de dos niñas, psicóloga con Maestría en Aprendizaje y cognición y especializada en neuropsicología infantil, certificada en Discipline Positive Parent Educator y en Encouragment Consult.

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