NI AUTORITARIO, NI PERMISIVO

Por Dennis Charles

Cuando se trata de educar a los hijos, muchas veces nos vamos a los extremos. En ocasiones somos permisivos con nuestros hijos y cuando vemos que las cosas se salen de control, adoptamos una postura autoritaria; y así constantemente nos vemos envueltos en este baile de permisivo a autoritario y viceversa, sin lograr encontrar un equilibrio.

Disciplina Positiva es ese punto intermedio, la cual nos evita ir de un lado a otro. Se basa en la firmeza y en la amabilidad al mismo tiempo y permite que los niños se enfoquen en soluciones y que asuman las consecuencias de sus acciones dentro de un ambiente de respeto mutuo, alentador y de cooperación,  sin tener que acudir a los castigos o gritos.

Para poder llevar a cabo esta metodología y favorecer en los niños sentimientos y acciones positivas y efectivas, te recomiendo lo siguiente:

  • Mantén la dignidad y el respeto por ti mismo y por el niño. Cuando los niños no saben hacer las cosas, no quieren o no pueden es cuando más nos necesitan, tu calma, es su calma.
  • Disciplina eficaz, traza metas a largo alcance. Desarrollar las competencias para la vida es una ejercitación, necesita modelado y práctica. Las experiencias cotidianas son las oportunidades de hacer los músculos para relaciones saludables y eficaces.
  • Céntrate en las soluciones en vez de en los castigos. Los castigos funcionan puntualmente pero ¿qué enseñan a los niños? Tras un castigo ¿qué habilidades de solución de problemas has contribuido a desarrollar en los niños?
  • Conecta, investiga qué es lo que tu hijo quiere, puede ser bastante diferente a lo que intentas enseñarle. Cuida las expectativas, no etiquetes, pueden alejarte de los verdaderos talentos, cualidades y belleza de la individualidad de tu hijo o hija.
  • Trata de involucrar a los niños para que aprendan a trabajar hacia soluciones, incita a cooperar.

Disciplina Positiva es un camino largo, pero es realmente efectivo. No necesitamos que el niño cambie, somos nosotros los adultos quienes debemos modificar nuestra forma de actuar si queremos ver realmente un resultado. Solemos gritar constantemente y nuestros gritos, castigos y regaños siguen sin funcionar. Es momento de hacer un alto, respirar y ser pacientes; nuestros hijos están aprendiendo habilidades sociales y necesitan de nuestro aliento para lograrlo, no de nuestro lado negativo. Afortunadamente en la actualidad hay muchos talleres, pláticas y cursos que sobre Disciplina Positiva que te permitirán aprender todas estas herramientas y conectar realmente con tus hijos.

Dennis Charles

Mamá de dos niñas, psicóloga con Maestría en Aprendizaje y cognición y especializada en neuropsicología infantil, certificada en Discipline Positive Parent Educator y en Encouragment Consult.

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