PELEAS CON LOS AMIGOS

Por Dennis Charles

Cuando nuestros hijos nos cuentan, con sus ojos tristes y llorosos, que han peleado con algún amigo; empezamos a sentir también, dolor y angustia por verlos sufrir; y aunque los niños se recuperan fácilmente, nosotros los adultos nos quedamos con estos sentimientos ya que queremos protegerlos ante cualquier experiencia dolorosa y evitar que sufran.

Las peleas que tienen nuestros hijos con sus amigos, son experiencias normales de la vida, claro que  existe una diferencia enorme entre las peleas con amigos y el que nuestros hijos sean intimidados y se conviertan en víctimas (situaciones de violencia).

Debemos evitar el “rescatar a nuestros hijos” cuando tengan este tipo de peleas y, en lugar de “resolver” el problema por ellos, podemos ayudarlos escuchándolos y entrenándolos. Para esto, debemos evitar utilizar frases como “pobrecito, tu amigo es una persona muy mala,,,” ya que estaremos tratando a nuestro hijo como víctima y él se sentirá así; en lugar de eso podemos validar sus emociones y emplear frases como “sé que esta pelea te duele mucho y sé te sientes triste, pero sé que podrás encontrar una solución y manejarlos de alguna manera”, esto le dará confianza y seguridad a tu hijo. Es importante hacerle ver que cuenta con tu apoyo para brindarle ideas de cómo puede solucionar el conflicto (es muy diferente a querer solucionarlo por él). Apoya las decisiones de tu hijo, si no quiere ver a su amigo, no lo presiones y confía en su decisión.

Cuando hay un conflicto entre dos, cada niño tendrá su propia versión y responsabilidad de lo que ha sucedido, es importante hacerles ver esto a nuestros hijos y ayudarlos a analizar lo que pudieron haber hecho para crear el problema; no debemos atribuirles culpa por lo sucedido, pero sí hacerles ver que ellos tienen el poder de cambiar y solucionar el conflicto si así lo desean.

Puesto que todos hemos pasado por algún conflicto con amigos, podemos compartir a nuestros hijos estas experiencias y lo que sentimos en ese momento. Esto les hará sentir que no están solos.

Nuestro trabajo como padres es ayudar a que nuestros hijos a solucioner sus conflictos, no diciéndolos lo que deben de hacer, pero si escuchándolos sin rescatarlos o culparlos, y ofreciendo nuestra ayuda siempre y cuando ellos nos lo soliciten. De esta manera, nuestros hijos tendrán más confianza y seguridad al poder manejar estas situaciones dolorosas.

septiembre 26, 2018

Dennis Charles

Mamá de dos niñas, psicóloga con Maestría en Aprendizaje y cognición y especializada en neuropsicología infantil, certificada en Discipline Positive Parent Educator y en Encouragment Consult.

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